Fotografiamos lo que nos rodea.
Difícilmente Daniela Rossell hubiera conseguido retratar a estas mujeres “famosas” en sus lujosas mansiones, si no compartiera parte de la esencia de este escaso estilo de vida y no viniera de un largo linaje priista.
Ricas y famosas nos muestra a las mujeres de la clase mexicana más alta, que no se limitan mostrando lo extravagantes y despilfarradoras que pueden llegar a ser. Todas las fotografías están centradas en mujeres, en su mayoría rubias, orgullosamente posando en un ambiente cargado de lujos groseros. A veces, haciendo alarde a la clase trabajadora que las acompaña y facilita sus reinos gloriosos.
Es notable el esfuerzo de Daniela en elegir atmósferas ostentosamente vulgares, que ponen en un mismo sitio excesos y ocio, una combinación que difiere de la mayoría de habitantes en dónde se encuentran estos coloridos palacios.
Lo fuerte y polémico de la serie, es lo que estas mujeres representan. Sus miradas alzadas y egocéntricas proyectan una histórica victoria de unos pocos, y el estandarte lleva los símbolos de corrupción, abuso de poder e impunidad.
En un país como México, dónde se sufre de una desigualdad brutal y una repartición de riqueza descarada, ricas y famosas me parece un trabajo acertado como ejercicio de censo, original en su forma, pero impúdico considerando la procedencia del artista.
RS